Casi sin darme cuenta ha pasado el mes de septiembre, uno de
los meses más importantes para los novilleros y en consecuencia el mes de la
temporada donde más ajetreo tengo durante los últimos años desde que entré a
formar parte de la Escuela Taurina de Madrid, ahora denominada José
Cubero “Yiyo”.
Este año han sido 16 festejos durante los 30 días que tiene
el mes, en los cuales he podido saborear tardes importantes de algunos
novilleros a los que acompaño, otras menos afortunadas, también he tenido la
suerte de poder volver a sitios donde hacía años que no acudía y me apetecía
recordar esos ambientes o público, pero sobre todo el poder vivir tardes muy
intensas y emotivas a la vez, por diferentes circunstancias que se han ido
desarrollando durante la temporada.
La primera tarde importante para mí en este mes fue en Arganda
del Rey con Carlos Ochoa. Ese día 7 de septiembre, para mí personalmente,
significaba debutar en una plaza de la cual solo tengo buenos recuerdos. Significaba volver al pasado ya que allí en los años 1999-2000 mi hermano
cuajaba dos tardes importantes ante novillos de Baltasar Ibán y le servían para
empezar a caminar en esta profesión, y sobre todo significaba responsabilidad
por debutar en una feria tan importante para los novilleros y en este caso para
Carlos. Tuve la suerte de escuchar crujir Arganda con Ochoa, pudo disfrutar él
esa tarde y pudimos disfrutar no solo los que le acompañamos sino el aficionado
y público que ese día allí acudió, y como muestra ese importante premio a la
mejor faena de la feria.
Me gusta Arganda a pesar de su peculiar plaza, tan difícil para los toreros que allí actúan, y me gusta porque allí se vive la fiesta, en cualquier rincón te puedes encontrar a dos niños jugando al toro, en la misma plaza por la mañana esos mismos niños juegan a recortar a ese toro que se imaginan, a ser aplaudidos por esa plaza llena…en definitiva se vive la fiesta, se respeta la fiesta y todo el mundo rema en la misma dirección.
Fueron 6 días intensos pero si me tengo que decantar por uno
diría el 16 de septiembre en Riaza (Segovia). Allí ese día los
niños fueron partícipes de todos los actos que se hicieron a la figura del
torero segoviano Víctor Barrio, desde el encierro infantil, la clase de toreo de
salón y taller por la mañana con los
novilleros actuantes, hasta el sincero y emotivo homenaje de todo el pueblo
antes de comenzar el festejo que se le hizo a Víctor y que fue recibido por sus
familiares más cercanos.
Para culminar este día tan especial, Daniel Menes y
Carlos Ochoa compartieron salida a hombros homenajeando de la mejor
forma a su amigo y maestro Víctor Barrio.
Daniel Menes y Carlos Ochoa a hombros en Riaza. Foto: Soraya S.M
Pasaba el mes, iban agolpándose festejos, kms, triunfos… y
me encuentro ante una fecha que me hacía especial ilusión, Algemesí el 27 de
septiembre.
Decir Algemesí en términos taurinos es decir “Setmana
de Bous”.
Algemesí es de esos sitios que quizá no salgan como grandes
ferias de la temporada, no se lleven titulares en la prensa especializada, pero
Algemesí es pasión y admiración. Pasión y admiración por la fiesta de los
toros, pasión y admiración por los toreros, pasión y admiración por todo lo que
rodea a una semana festiva en la cual todo gira en torno al toro.
Plaza de toros de Algemesi
Su ambiente en la plaza es único, a veces incluso parece que no es un espectáculo taurino, pero si miras a las gradas lo entiendes…mas de la mitad de esas gradas están llenas de niños y jóvenes con ganas de que los toreros triunfen, con predisposición a que todo salga bien, se entregan al torero que se entrega a ellos y esa conexión es la que quizá marca la diferencia con otras ferias tal vez más “prestigiosas” pero menos apetecibles para los toreros.
Su ambiente en la plaza es único, a veces incluso parece que no es un espectáculo taurino, pero si miras a las gradas lo entiendes…mas de la mitad de esas gradas están llenas de niños y jóvenes con ganas de que los toreros triunfen, con predisposición a que todo salga bien, se entregan al torero que se entrega a ellos y esa conexión es la que quizá marca la diferencia con otras ferias tal vez más “prestigiosas” pero menos apetecibles para los toreros.
En el intermedio de los 4 novillos que se lidian, el
rectángulo que forma la peculiar plaza se llena de jóvenes y adultos
queriéndose fotografiar con los toreros actuantes esa tarde, se les habla con
respeto y cariño, en definitiva se les hace sentir lo que son…TOREROS. Por lo
tanto solo puedo decir enhorabuena a ese pueblo y esa comisión taurina por esa
gran feria.
Los mas jóvenes abarrotan el ruedo en el ecuador del festejo
Acabado septiembre me quedaban 3 novilladas en Octubre pero
el día 2 me quitaba el sueño, Madrid y su feria de Otoño.
Fue en la final del certamen “Camino hacia Las Ventas”
con Alejandro
Adame, alumno de la Escuela Taurina de Madrid. Es una fecha que me
gusta ya no solo actuar ese día, sino poder ver esa novillada, ver a 3
novilleros que están dando sus primeros pasos actuar en la primera plaza del
mundo y sobre todo ver como ese día la afición de Madrid se vuelca con ellos y
los apoya.
Puerta de Cuadrillas de la plaza de Las Ventas
El día 5 de octubre acabé mi 16ª temporada en Guadarrama,
con la satisfacción de haber tenido un gran año profesionalmente hablando, en
el cual he disfrutado mucho de mi profesión y he podido seguir mejorando y
aprendiendo.
Ahora toca descansar un poco y en nada ponernos manos a la
obra a preparar la siguiente temporada, la del 2017, con mucha ilusión y con el
pensamiento que será un año muy positivo y bonito.
No quería acabar este post sin decir algo importante. Gracias
a todos los que de una u otra forma me habéis ayudado a crecer este año en mi profesión.
Buen viaje y suerte. Simón Rodríguez